Es un tipo de trastorno ansioso. Se caracteriza por crisis de angustia que aparecen abruptamente, sin causa aparente, y que se repiten en el tiempo, causando en el individuo temor a su reaparición, lo cual le puede llevar incluso a no querer salir de su casa o a tener miedo intenso a estar en lugares donde le pueda resultar difícil escapar o pedir ayuda (agorafobia). Es una enfermedad tratable, con fármacos y apoyo psicoterapéutico, de buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se trata por el tiempo indicado por los especialistas.
Es otro tipo de trastorno ansioso, caracterizado por ideas que aparecen recurrentemente y son molestas para la persona, por lo cual ésta empieza a ejecutar actos compulsivos que se repiten, generalmente a modo de rituales típicos para él o ella, como lavarse las manos o cerrar las llaves un número determinado de veces o en un sentido o tiempo determinados, por ej. Genera mucha ansiedad en la persona que lo padece y rara vez éstas consultan para pedir ayuda por vergüenza o la idea de que no tienen solución. Es una enfermedad que, si bien suele ser crónica, es tratable y de buen pronóstico cuando dicho tratamiento se realiza por un equipo capacitado, con fármacos y psicoterapia, por tiempo prolongado.
Pueden ser muchos, tales como dificultad para conciliar o mantener el sueño (insomnio), excesiva somnolencia diurna (hipersomnia), ronquidos y pausas respiratorias durante el sueño (apneas), alteraciones conductuales tales como comer mientras se está durmiendo, etc. Todos son tratables, pero deben evaluarse primero sus causas y, de acuerdo a ello, definir si el tratamiento corresponde a un equipo de salud mental o a un neurólogo, otorrinolaringólogo, odontólogo u otro especialista del área que corresponda a la patología de base. En el caso del insomnio, la mayor parte de ellos son de causa psiquiátrica y puede ser un síntoma de distintas enfermedades (trastornos ansiosos, del ánimo, etc), las cuales generalmente son tratables.
Pueden ser de distintos tipos y, de acuerdo, a ello se define su complejidad. Pueden ser también cuadros agudos o crónicos y los más frecuentes son: trastorno alimentario por atracones, trastornos del comer nocturno, bulimia y anorexia. Todos son tratables, pero la forma y duración de su tratamiento dependerá del tipo de trastorno. De todas formas todos deben ser tratados por un equipo multidisciplinario de profesionales especializados y debe incluir evaluación y apoyo nutricional, además de fármaco y psicoterapia.
Enfermedad del ánimo caracterizada por tristeza y/o disminución de la capacidad de sentir placer por las cosas con las que antes uno se sentía bien. Además, se acompaña muchas veces de disminución de energía, problemas del sueño, baja autoestima y una serie de otros síntomas. Normalmente se trata con medicación y psicoterapia de apoyo y tiene un buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se realiza el tratamiento por el tiempo indicado por los especialistas. Si no se trata a tiempo, puede complicarse con otros síntomas que pueden llegar a ser graves o se puede cronificar y trastocar seriamente el funcionamiento cotidiano de la persona.
Síntoma de muchas enfermedades tanto mentales como físicas, que puede llegar a ser una enfermedad en sí misma. Como enfermedad tiene una amplia gama de manifestaciones, entre las cuales se cuentan “expectación ansiosa” (sensación de que algo malo va a pasar), insomnio, irritabilidad, etc. También se trata con medicación y psicoterapia de apoyo y tiene un buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se realiza el tratamiento por el tiempo indicado por los especialistas. Si no se trata a tiempo, puede complicarse con trastornos del ánimo o se puede cronificar y trastocar también, seriamente el funcionamiento cotidiano de la persona.