Son enfermedades mentales crónicas y complejas, ya que involucran en su génesis y consecuencias, no sólo al individuo que las padece, sino también a su entorno y deterioran el funcionamiento de la persona en múltiples áreas. Pueden ser de distintos tipos:
Deben tratarse siempre con un equipo multidisciplinario de profesionales especializados y por un período prolongado. El tratamiento a recibir dependerá del tipo de adicción y de la comorbilidad que exista, es decir, si se trata sólo de una o de múltiples adicciones y si existe además alguna otra enfermedad mental (depresión, trastornos del sueño, problemas de personalidad, etc.) o física (problemas hepáticos, pulmonares, neurológicos, hemorragias ocultas, etc.) asociadas.
Son enfermedades mentales complejas que afectan a millones de personas en el mundo. En su génesis y desarrollo están implicados factores biológicos, psicológicos y socioculturales. Pueden ser cuadros agudos o crónicos y los más frecuentes son: trastorno alimentario por atracones, trastornos del comer nocturno, bulimia y anorexia nervosa. Todos son tratables, pero la forma y duración de su tratamiento dependerá del tipo de trastorno. Siempre deben ser tratados por un equipo multidisciplinario de profesionales especializados y se debe incluir evaluación y apoyo nutricional, además de fármaco y psicoterapia.
Enfermedad del ánimo caracterizada por tristeza y/o disminución de la capacidad de sentir placer por las cosas con las que antes uno se sentía bien. Además, se acompaña muchas veces de disminución de energía, problemas del sueño, baja autoestima y una serie de otros síntomas. Normalmente se trata con medicación y psicoterapia de apoyo y tiene un buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se realiza el tratamiento por el tiempo indicado por los especialistas. Si no se trata a tiempo, puede complicarse con otros síntomas que pueden llegar a ser graves o se puede cronificar y trastocar seriamente el funcionamiento cotidiano de la persona.
Síntoma de muchas enfermedades tanto mentales como físicas, que puede llegar a ser una enfermedad en sí misma. Como enfermedad tiene una amplia gama de manifestaciones, entre las cuales se cuentan “expectación ansiosa” (sensación de que algo malo va a pasar), insomnio, irritabilidad, etc. También se trata con medicación y psicoterapia de apoyo y tiene un buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se realiza el tratamiento por el tiempo indicado por los especialistas. Si no se trata a tiempo, puede complicarse con trastornos del ánimo o se puede cronificar y trastocar también, seriamente el funcionamiento cotidiano de la persona.
Es un tipo de trastorno ansioso. Se caracteriza por crisis de angustia que aparecen abruptamente, sin causa aparente, y que se repiten en el tiempo, causando en el individuo temor a su reaparición, lo cual le puede llevar incluso a no querer salir de su casa o a tener miedo intenso a estar en lugares donde le pueda resultar difícil escapar o pedir ayuda (agorafobia). Es una enfermedad tratable, con fármacos y apoyo psicoterapéutico, de buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se trata por el tiempo indicado por los especialistas.
Es un tipo de trastorno ansioso. Se caracteriza por crisis de angustia que aparecen abruptamente, sin causa aparente, y que se repiten en el tiempo, causando en el individuo temor a su reaparición, lo cual le puede llevar incluso a no querer salir de su casa o a tener miedo intenso a estar en lugares donde le pueda resultar difícil escapar o pedir ayuda (agorafobia). Es una enfermedad tratable, con fármacos y apoyo psicoterapéutico, de buen pronóstico cuando se consulta a tiempo y se trata por el tiempo indicado por los especialistas.
Pueden ser muchos, tales como dificultad para conciliar o mantener el sueño (insomnio), excesiva somnolencia diurna (hipersomnia), ronquidos y pausas respiratorias durante el sueño (apneas), alteraciones conductuales tales como comer mientras se está durmiendo, etc. Todos son tratables, pero deben evaluarse primero sus causas y, de acuerdo a ello, definir si el tratamiento corresponde a un equipo de salud mental o a un neurólogo, otorrinolaringólogo, odontólogo u otro especialista del área que corresponda a la patología de base. En el caso del insomnio, la mayor parte de ellos son de causa psiquiátrica y puede ser un síntoma de distintas enfermedades (trastornos ansiosos, del ánimo, etc), las cuales generalmente son tratables.